Jesús va a ver un partido de fútbol entre protestantes y católicos.
Los católicos, regatean, llevan el balón, tiran a puerta y marcan.
Jesús, aplaude muy contento y grita: ¡Gol! ¡Gol!
Ahora llevan la pelota los protestantes, corren mucho, se pasan la pelota con rapidez, uno da
un cabezazo y mete gol.
Jesús, aplaude muy contento y grita: ¡Gol! ¡Gol!
Un espectador, le mira enfadado y le increpa: “Oiga, señor, no puede ir con los dos equipos.
Jesús contesta: “Yo sólo me divierto.”