El LEÑADOR Y LA ARDILLA

(Cuento para ilustrar que hay que hacer las cosas sin premeditación, sin elección, sin
motivación, sin comparación y sin justificación)
Un leñador fue al bosque a cortar árboles, una ardilla andaba por ahí, el leñador se propuso
matarla.
Cogía el hacha e intentaba dar a la ardilla, la ardilla se escabullía sana y salva cada vez. El
leñador estaba fastidiado y cansado.
Dejó de pensar en matar a la ardilla, y se puso a cortar un árbol.
Sin previo aviso la cabeza del hacha se escapó del mango cortándole la cabeza al animalito.