EL CIELO Y LAS TABLAS DE LA LEY

Dios decide una mañana darse un paseo por el cielo y lo ve todo lleno.
Llama a San Pedro y le pregunta: “Oye, Pedro, ¿Cómo es que está todo el cielo lleno?”
Pedro contesta: llaman a la puerta y aunque les digo que no pueden entrar, ellos me dicen
«Dios es misericordioso, Dios es misericordioso», y tienen razón así que entran.
Dios: “No, no, no. Esto no puede ser. Trae las tablas de la ley.”
Dios empieza a leer los 10 mandamientos. Las conciencias empiezan a tambalearse y
finalmente el alma abandona el cielo.
Cuando ha terminado de leer todos los mandamientos, sólo queda un hombrecillo meditando.
Dios se le acerca y le dice: “Sólo has quedado tú.”
Hombrecillo: “Sí, no importa.”
Dios: “Pero aquí, tú tan solito…”
Hombrecillo: “Sí, no importa.”
Dios: “Pero esto es muy grande.”
Hombrecillo: “No pasa nada, estoy tranquilo.”
Dios: “Hombre, esto tan grande y tú sólo… ¡Pedro! llámalos a todos y que vuelvan.”
Hombrecillo: “¡Oiga! ¡Eso se avisa!”