EL HIJO TONTO QUE APRENDE A ESCRIBIR EL UNO

Un hombre rico tenía un hijo tonto, incapaz de aprender a escribir.
El hombre puso un anuncio en el que ofrecía una recompensa a aquella persona capaz de
enseñar a leer a su hijo al menos un carácter. Mientras le estuviera enseñando viviría en el
palacio a cuerpo de rey.
Un hombre se ofreció a enseñarle un carácter. Pasaban, él y el muchacho, el día leyendo y
escribiendo el carácter “uno”.
Después de un año, el maestro le dijo al padre que su hijo ya había aprendido a escribir y leer
el número uno.
Para comprobarlo el padre dibuja en el suelo el número uno y le pregunta al hijo que carácter
es.
El chico contesta que no sabe.
El maestro, le dice: “¡Oye tú!, hemos estado practicando durante un año el carácter uno y ¿no
sabes que esto es un uno?”
El chico contesta: “Es que este es más grande.”