LA MADRE DE MENCIO

Introducción: En China el arquetipo de buena educadora es una mujer que siendo analfabeta,
sin embargo consideraba que la educación de su hijo es su tarea primordial.
Para entender este cuento hay que saber que era muy difícil tejer la seda y que si una pieza,
que llegaba a medir varios metros se rompía, la seda quedaba inservible.
Cuando Mencio era niño, su madre viuda trabajaba como tejedora de seda.
La seda se tejía en piezas muy largas, sin costuras, eran muy delicadas.
Cambiaban de ciudad para buscar los mejores profesores para el hijo.
Un día la madre estaba tejiendo, tenía una larga tira de tela de seda a punto de terminar, llegó
el joven y le dijo que ya no quería estudiar más.
La madre entonces le contestó al joven: si tú no quieres estudiar no hay motivo para que yo
trabaje. Y rasgó la seda, echando la tela a perder y tirando por la borda el trabajo de varios
días.
Esto impresionó tanto a Mencio que desde entonces se aplicó mucho más en el estudio y llegó
a ser un gran sabio.