LA TORTUGA Y LA LIEBRE

La tortuga cansada de las bromas de la orgullosa liebre le reta a una carrera. La liebre
sorprendida y muerta de la risa acepta la propuesta confiada en su rapidez.
Como la liebre está todo el día corriendo y saltando, se siente cansada y decide echarse una
siestita, total ¡con lo lenta que es la tortuga tiene tiempo para todo!
Pero se duerme profundamente y para cuando abre el ojo, la tortuga está cruzando la línea de
la meta.
Moralejas:

  • No te confíes nunca ni subestimes a tu oponente, cinco minutos de ejercicio al día es más
    ventajoso que una hora a la semana.
  • Menos es más.
  • La perseverancia tiene largo alcance
  • Kunfu: practicar cada día
  • Lentitud para llegar a plenitud
  • Seguridad de lograr el objetivo
  • Liebre, mentalista. Tortuga, realista